5 de noviembre de 2007

Islas Caimán

Tengo un amigo que recientemente ha heredado una cantidad de dinero "semi-importante" de un familiar directo. Sí, la verdad es que la palabra "semi-importante" me dejó igual de extrañado que a vosotros. Debe de ser una forma de decir que puede ser importante pero no lo suficiente como uno desearía, aunque por otro lado, si lo suficiente como para poder inventarse palabras que lo definan, aunque eso, como todos sabemos y hemos experimentado, es algo gratis y al abasto de todos. Es algo parecido imagino a, la leche semi-desnatada o al cava semi-seco,... o lo que es lo mismo, leche semi-entera o cava semi-brut.
Bien, como os decía, este amigo me preguntaba que podía hacer con ese dinero caído del cielo, mmm... bueno.. más que caído "transferido desde el cielo".
Invertir, comprar caprichos, esconderlo detrás de una losa del lavabo, hacerle un préstamo al banco,... Amigo mío está claro! No sé como osas preguntar tal cosa, lo mejor es reventárselo en fiestas semi-privadas abordo de un yate de semi-lujo, repleto de tías semi-desnudas con camisón semitransparente, brindando con cava semi-seco en la semi-cubierta de la embarcación semi-rígida.
Pero como siempre, a todo esto, siempre aparece el amigo aguafiestas, ese que suele amargar a todo el grupo, ese que tiene vocación de santo y de más pequeño siempre hacía de monaguillo los domingos en la iglesia, ese, ese. Aparece de la nada y suelta barbaridades tales como: Puedes ingresar el dinero en las Islas Caimán...
La verdad es que no tengo ni la más remota idea de donde pueden estar esas islas, debe ser lejos, eso seguro... Y, no sé vosotros pero yo, cuando me nombran las Islas Caimán, me imagino una isla llena de caimanes y cocodrilos hambrientos, esperando que llegue un turista despistado para pegarse una buena merienda. No es de extrañar que en esa Isla, el dinero no sea el bien más preciado, puesto que, donde haya un buen pedazo de carne roja untada con salsa de aftersun, que se quite todo lo demás. No quiero saber que medidas deben tomar esas entidades con los clientes que, no son puntuales en el pago de sus hipotecas o se retrasan con sus préstamos personales. Mejor no comprobarlo y conservar la integridad física.

Aunque para caimán hambriento mi exmujer, que aun cubriendo sobradamente las tres comidas diarias en exceso, todavía se queda con hambre y siempre intenta sacarme más dinero para su manutención. Con lo poco y mal que comíamos cuando estábamos juntos, y lo caras que me salen ahora sus dietas... Ahora es cuando me pregunto: Cariño, ¿porque no fuimos de viaje de novios a las Islas Caimán?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues nada, si tu amigo no sabe que hacer con su dinero ya doy mi número de cuenta para que me haga una semitransferencia...